El mejor foco para un nuevo emprendimiento

Muchos emprendedores que comienzan su actividad no entienden la importancia de comenzar así un negocio y, en bastantes ocasiones, su ilusión acaba frustrándose. Comienzan con la esperanza de hacer un negocio multimillonario y conquistar el mundo… y esa visión «desmedida» conduce indudablemente al fracaso.

Si pretendes tener como clientes a todo el mundo, acabarás diluyendo tus esfuerzos y gastando mucho más de la cuenta. ¿Sabes lo caro que es hacer publicidad para impactar en todas las personas? Además, si vendes para todo el mundo, no acabas vendiendo para nadie.

La clave es resolver un problema específico para una persona en concreto. Hazme caso. Te va a ir mucho mejor con tu negocio, tendrás menos dolores de cabeza y aunque tendrás menos clientes, te valorarán más y pagarán mejor. Y eso es lo que todos queremos, ¿no?

El emprendedor a menudo olvida que para poder tener 1000 clientes necesitas tener primero 1, luego 5, 10, 100 y finalmente 1000.

Enfócate en un problema concreto, en un micronicho concreto y en una solución específica.

Haz uso de tu caso de éxito para demostrar que tu servicio o producto funciona y desarrolla un discurso contundente para utilizar a lo largo de tu embudo de ventas.

Esto te permitirá filtrar y cualificar clientes para atraer y trabajar sólo con los clientes perfectos, aquellos con los que quieres realmente trabajar y que sabes saldrán satisfechos después de contratar tus servicios.

Si todavía no tienes un caso de éxito, si no tienes un cliente satisfecho que haya logrado su objetivo con tu servicio, me temo que aún no tienes un negocio. Sal de 

casa, deja todos los planes de negocio y lienzos que tengas dibujados en un papel y busca un cliente real con el que trabajar y conseguir resultados.

Números y datos.

Eso es lo importante.

Lo demás es paja y humo.

Así es como el mundo empresarial funciona: busca un cliente al que ayudar, ponte a currar como un loco y resuelve el problema que prometiste zanjar con tus servicios y productos.

Siguiendo mis consejos, aunque sea solamente un poco, verás cómo consigues diferenciarte de tu posible competencia. Hazme caso. Mira a tu alrededor. La mayoría de los empresarios corren como pollos sin cabeza. 

Tú sólo tienes que pasear con la cabeza puesta. No hace falta ser un genio, ni un inventor. Sólo tener foco. 

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