La gamificación es una técnica de diseño que consiste en utilizar elementos característicos de los juegos, aplicados en un contexto no lúdico, con el fin de incrementar la motivación de las personas para conseguir un objetivo y hacerlas vivir una experiencia gratificante.
Las aplicaciones que esto tiene en el aula son inmensas.
La gamificación presenta tres elementos básicos que en su conjunto permiten que se consigan los objetivos de un sistema gamificado. Estos son:
1. Mecánicas
Las mecánicas son las reglas del juego. Son las normas de funcionamiento del sistema gamificado y son las herramientas que tiene el diseñador para construir una experiencia que permita involucrar al usuario de manera dedicada y divertida en las actividades que desea realizar.
2. Dinámicas
Las dinámicas son las acciones que surgen cuando los jugadores usan las mecánicas y tienen por objeto despertar el interés y motivar al jugador a participar en la actividad que está llevando a cabo.
3. Componentes
Los componentes son los recursos y herramientas que se emplean para diseñar una actividad concreta. Ya sea una plataforma LMS o una página web especialmente diseñada para el proceso de gamificación.
Lo principal es estudiar que necesidades de los alumnos buscamos satisfacer, y con ellas crear una dinámica para la gamificación. Identificada esta dinámica, el siguiente paso es establecer las distintas mecánicas que satisfacen cada una de esas necesidades y concretar como vamos a hacerlo (esto evidentemente lleva su tiempo). Una vez determinadas dinámicas y mecánicas de la gamificación queda crear el soporte en el cual se va a desarrollar la misma, es decir, la plataforma.